viernes, 25 de enero de 2008

Nuestro más Grande Enemigo - el Egotismo

Nuestro más grande enemigo - mayor, más poderoso y más persuasivo que los Sionistas y su tiranía - somos nosotros mismos.

El enemigo real que nosotros debemos enfrentar ahora y luchar es nuestro propio egotismo - nuestro propio egoísmo. La enfermedad del egotismo ha sido como una plaga que ya ha hecho todo excepto destruir nuestra raza. Nosotros, los arios del mundo, creamos una vez y mantuvimos los Imperios poderosos. Nosotros, los arios del mundo, una vez fundamos y mantuvimos las grandes civilizaciones. Nosotros, los arios del mundo, fuimos una vez guerreros poderosos - los más grandes y más temibles guerreros que este mundo nuestro había visto alguna vez. Nosotros logramos las cosas que hicimos porque éramos arios - es decir, porque triunfamos encima de nuestro egotismo, nuestra más baja y egoísta naturaleza.

Nosotros logramos las grandes cosas que nosotros hicimos, como una raza, porque nosotros pudimos ser idealistas y heroicos - porque pusimos a menudo el bienestar de nuestros camaradas, nuestra gente, antes de nosotros mismos, y porque a menudo dimos nuestras propias vidas para que nuestros camaradas, nuestra propia gente, vivieran.
Nosotros logramos el renombre que hicimos porque estabamos preparados a sacrificar nuestras comodidades materiales, nuestra seguridad, por una oportunidad de gloria en la batalla o por la oportunidad de ir donde ningún humano ha ido antes. Y nosotros hicimos todas estas cosas porque teníamos el honor.

Ahora - con algunas excepciones - los arios simplemente están como el resto de los seres humanos en este mundo. Nosotros nos revolcamos en el fango sub-humano del materialismo. Nuestras propias personas pueden ser compradas ahora por un halago, por una oportunidad de un trabajo, por alguna "promoción" al trabajo, por algún soborno o algún regalo material. Su deseo es ahora ser cómodo, tener las posesiones personales, manejar un nuevo y más poderoso automóvil, llevar la ropa "correcta" - "de moda" -, para ser aceptado por aquéllos que ellos consideran como amigos y colegas. Ellos desean tener una casa de su propiedad asi como desean fiestas y "pasarlo bien".

La corrupción, deshonestidad y comportamiento no honorable son ahora corrientes entre nuestras personas. El honor que una vez nos distinguió como arios ha sido casi olvidado entre nuestras propias personas. Pregunte a cualquiera de ellos qué es el honor, y la mayoría de ellos no podrían decirle - a lo mejor, algunos pueden mascullar algunas palabras sobre la "buena reputación", pero yo dudo que cualquiera pueda realmente definir qué es el honor, asi como pocos si cualquiera desearían vivir por un Código de Honor, porque tal una vida honorable es dura.

Nuestra tarea real, como Nacional-socialistas, es desarraigar fuera, una vez y para siempre, la pestilencia del egotismo, la plaga del desdoro. Nuestra tarea es actuar una vez más y vivir como arios - con el honor, con un sentido de deber a nuestra gente. Nuestra tarea es una vez más levantar el idealismo noble que nos elevó fuera del salvajismo y que nos hizo superior a otras razas. Nuestra tarea será una vez más estar preparados a poner nuestro deber antes de nuestros propios deseos personales, antes de nuestra propia comodidad.

Incluso nosotros quienes somos Nacional-socialistas - y entendemos lo que significa ser arios - no hemos sido inmunes a esta pestilencia destructiva del egotismo. Todos los años, durante los últimos cincuenta años, alguno o varios de nuestras filas, han puesto sus propios intereses, su propio orgullo, su propia "reputación", o su propia codicia material egoísta antes de su deber honorable a su gente.

Todos los años, durante los últimos cincuenta años, algunos o varios desde dentro de nuestras propias filas, han dado rienda suelta a su más baja, su sub-humana, naturaleza y actuaron en forma no honorable extendiendo rumores, o aceptando algún soborno para denunciar a sus camaradas.

Todos los años hay aquéllos que se llaman a sí mismos Nacional-socialistas, pero que deshonran nuestra Causa por su comportamiento no-honorable y an-ario.

Realmente fue el egotismo quien destruyó a Alemania Nacional-socialista - no el poder de los Sionistas. Era el egotismo, la estupida arrogante, vanidad deshonrosa del sub-humano que causó que tantos oficiales alemanes traicionaran a Adolf Hitler y su noble causa aria. Era el egotismo, la cobardía de la auto-supervivencia la que causó que tantos alemanes después de la guerra denunciaran el Nacional-socialismo y traicionaran a los miembros anteriores del SS a los Aliados.

Es el egotismo quien casi ha destruido nuestro movimiento en los últimos cincuenta años - el egotismo de denunciantes, el egotismo de traidores, el egotismo de un falso "Führer de juguete", el egotismo de hombres y mujeres ávidos, el egotismo de míseras chismografías.

Nosotros como los Nacional-socialistas tenemos una misión para reemplazar el materialismo egoísta sub-humano con la conciencia más alta de identidad racial. Nosotros debemos, de una vez y para siempre, erradicar la pestilencia del egotismo, y nosotros podemos hacer esto sólo a través del idealismo, la nobleza del honor. El Honor es la unica cura para el egotismo. Honor es un medio con que nosotros podemos elevarnos del salvajismo - un medio con que nosotros podemos cumplir la grandeza de evolución que radica dentro de nosotros.

Honor es el arma superior que nosotros necesitamos para derrotar a los Sionistas y sus aliados. A través del honor nosotros podemos triunfar y crear un nuevo Reich, un nuevo Estado Nacional-socialista, una nación aria verdaderamente libre e independiente.

Para ganar la guerra que nosotros estamos luchando todo lo que nosotros tenemos que hacer es vivir y morir por un Código de Honor. Enfrentada con nuestra arma de honor, la riqueza de los Sionistas es inútil. Enfrentado con nuestra arma de honor, el egotismo de su materialismo Marxista no funciona. Enfrentada con nuestra arma de honor, la decadencia que ellos han creado en nuestras sociedades no funciona. Enfrentadas con nuestra arma de honor, las Fuerzas armadas que ellos controlan, las fuerzas Policíacas que ellos controlan, el Servicio de Seguridad que ellos controlan, son inútiles - porque ellos con todas sus armas convencionales, todas sus fuerzas convencionales, no pueden destruir nuestro honor - sólo nosotros mismos, cuando actuamos en forma no honorable, cuando somos egoístas, podemos destruir nuestro honor.

Esta verdad simple sobre el honor es el Nacional-socialismo. Esta verdad simple sobre la indestructibilidad, el poder, del honor es la razon por la que Adolf Hitler y sus seguidores fieles lucharon y se murieron. Esta verdad simple sobre el honor es lo que nosotros debemos llevar entre nuestras personas y usar para librarlos de su más baja naturaleza egoísta y de las garras de los sub-humanos Sionistas cuyo triunfo global final, como Adolf Hitler dijo, sería la corona fúnebre de nuestra especie humana.



"En este planeta nuestro, la cultura humana y civilización están indisolublemente ligadas a la presencia del ario. Si él llega a ser exterminado, o subyugado, entonces la mortaja oscura de una nueva era de salvajismo envolvería esta Tierra."

Adolf Hitler: Mein Kampf, II, I

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