miércoles, 23 de enero de 2008

LA JERARQUÍA JUDÍA



El judaísmo divide a la Humanidad en un estricto orden jerárquico piramidal, que resumo a continuación. PRIMER NIVEL: el Demiurgo.Sobre el tope de la pirámide, es representado por el Ojo que todo lo ve (el Ojo de Sauron en la saga épica aria de Tolkien). Es el Dios Judío.
SEGUNDO NIVEL: el Sanedrín de los Ancianos de Sión. Una selecta minoría de altos jerarcas religiosos y políticos judíos. Representan el gobierno invisible y los titiriteros de la Gran Conspiración. Sus nombres son totalmente secretos y su número exacto desconocido. El ministro británico victoriano, de origen judío, Benjamín Disareli, aseguraba que eran 300 hombres.
TERCER NIVEL: los judíos azkenazíez. En este nivel se coloca a todo varón judío, puro (es decir, judío de nacimiento e hijo de padres judíos puros), blanco, adinerado y sano. En tiempos de Jesús, sólo los hombres ricos y sanos podían entrar al Gran Templo de Jerusalén, y colocarse en las filas primeras. Los demás judíos debían esperar afuera ó en zonas marginales del Templo.
CUARTO NIVEL: los judíos sefarditas, lisiados, pobres y las mujeres judías. En este nivel están todos los judíos de piel morena, los judíos discapacitados, los judíos pobres y las mujeres judías. Debido al machismo implícito del judaísmo, las mujeres jamás pueden avanzar de este nivel. Como apuntamos arriba, en tiempos de Jesús y los anteriores, los judíos lisiados, esclavos y pobres, debían conformarse con un estatus de segunda clase, que inclusive les impedía entrar al Templo. Aún actualmente, los judíos sefarditas alegan que sufren terrible discriminación en Israel.
QUINTO VIVEL: los judíos mestizos. Aquellos judíos impuros, hijos de un padre ó una madre no judíos. Según Miguel Serrano, a partir de cierta edad, estos semijudíos son iniciados en los oscuros secretos de la Sinagoga, y en la Gran Conspiración, sin conocimiento del padre no judío.
SEXTO NIVEL: los judíos conversos. Es decir, los que se convierten al judaísmo. Aunque estos goim (gentiles) son tratados como tales por los judíos, la conversión nunca trae consigo el acceso a los más profundos secretos del judaísmo y del plan sionista.
SÉPTIMO NIVEL: los masones. Fieles perros vasallos de los judíos, los masones sirven a la causa sionista a cambio del éxito profesional, económico y social. Las Logias Masónicas, dominadas por judíos directa ó indirectamente, al obtener un nuevo miembro, lo manipulan gradualmente conforme sube de grado. Para los grados más altos el conocimiento del pacto con Sión es certero e irrevocable. Dejar la Masonería conlleva la total quiebra económica y la desgracia social, y el rebelar sus secretos conlleva la muerte. El pacto de los masones con los judíos, aunque traicionero y vil contra su propia raza, les otorga una serie de placeres terrenales. Los masones son iniciados en la magia negra judía, ó Cábala, pero en un conocimiento cabalístico limitado, que no se asemeja a los oscuros y abismales secretos del cabalismo judío. OCTAVO NIVEL: los goim servidores. Todas las razas esclavas e inferiores, y las anti-razas mestizas. Los negros, que son el resultado de la mezcla entre atlantes y monos. Los indígenas, la casta esclava de la Atlántida. Los orientales –la casta comerciante. Y las anti-razas y anti-culturas híbridas y mestizas. Estos representan la base de la pirámide, la masa esclava y obrera cuya religión es el comunismo judío.
NOVENO NIVEL: los arios. El último escalón de la pirámide son los hombres y mujeres de raza aria pura. La Raza Aria es diametralmente opuesta a la Raza Judía en todo elemento espiritual, metafísico, cultural y social. Mientras que la Raza Aria es el opuesto a la Raza Negra en todo elemento intelectual, estético y biológico. Es decir, los arios se oponen a los judíos en lo metafísico y a los negros en lo físico. Este nivel no es la base de la Pirámide, sino que está bajo tierra. El odio profundo del judío hacia el ario lo motiva a usar todos los métodos posibles por destruir y erradicar al Ario. NOTAS: Los judíos se dividen en dos grupos étnicos, los azkenazis y los sefarditas. Los primeros son judíos de los países germánicos, suelen tener piel blanca y apellidos semigermanizados (pero siempre con fonética hebrea). Hablan yidish (mezcla del alemán y el hebreo), y suelen ser muy adinerados. Actualmente dominan sobre Israel. Los sefarditas (de Safarad, España en hebreo), son los judíos de los países latinos, España, Portugal e Italia, así como Grecia y Turquía. Hablan ladino (mezcla de latín y hebreo), suelen ser morenos y tener apellidos figurativos (Cruz, Montes, Córdoba, Toledo), ó bien, apellidos alusivos como Levi y Escrivá. Eventualmente se utilizó el término sefardita para definir a todos los judíos de origen oriental (incluyendo los falashas etíopes, los judíos de países árabes, las tribus negras de judíos lembas, los Beta Israel de India, los Tiu-Kiu-Kui de China, Indochina y Japón, etc.). Latinoamérica tiene casi igual número de sefarditas que de azkenazis. Ambos grupos no suelen mezclarse, tienen sinagogas, ritos y barrios propios. En Israel, sufren una profunda discriminación. Probablemente el proyecto sionista de crear una sociedad de mestizos, y lograr que todos los no judíos se mezclen conformando una masa de híbridos sin mente (razón por la cual el judío promueve la inmigración), se realizó hasta ahora sólo en una región del mundo; el norte de Centroamérica. Toda Centroamérica, sin contar Costa Rica y Panamá, está conformada por cuatro naciones de mestizos empobrecidos y sin voluntad, dominada por una oligarquía financiera y religiosa, de la cual se nutren los parásitos judíos. En estos países existe una minoría de arios puros ó casi puros, que sufre al vivir en un mundo ajeno, y al sentirse extranjeros en su propia tierra. Los dos países menos mestizados, y a la vez los dos más ricos del istmo, son Costa Rica y Panamá, países asolados por la inmigración masiva de centroamericanos.
Matt Marshall

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