viernes, 25 de enero de 2008

Las Carreteras de Adolf Hitler

texto de Cesare Santoro



Según se había proyectado, en 1933, una red de autopistas de cerca de 7.000 km. de longitud había de abarcar, después de un período de construcción de 7 años, las carreteras principales del tráfico motorizado de Alemania. A esta red debían ser enlazadas las carreteras de primer orden y las grandes ciudades. El 17 de diciembre de 1937 el Führer anunció que la red de 10.000 km., proyectada al principio, alcanzará con las necesarias ampliaciones una extensión de 12.000 dm. A esto hay que agregar los 1.100 km. del primer programa proyectado para Austria.

La construcción de las autopistas no es uniforme sino que se adapta a las condiciones geográficas y a la intensidad del tráfico. Las líneas principales tienen un ancho de 24 m. y se componen de dos vías de 7,50 m. de anchura cada una, separadas entre sí por una banda de 5 m. de ancho. En las zonas llanas el declive apenas sobrepasa del 3 al 4 % y en los trayectos montañosos llega al 7 % y aún más. El radio de las curvas es de 2.000 m. en el llano y se reduce hasta 400 m. y menos aún en las secciones de montaña. En los proyectos en estudio se concede gran importancia a la adaptación de las autopistas al carácter del paisaje.

La enorme cantidad de fuerzas productoras empleadas en la construcción de carreteras se refleja en el capital invertido desde 1933. Para la construcción de las autopistas fueron gastados, desde el comienzo de las obras hasta el fin del año económico de 1937, más de 2.100 millones de marcos. Al mismo tiempo los gastos para las otras carreteras alemanas experimentaron un fuerte aumento.

En septiembre de 1936 ya se pudieron entregar al servicio público 1.000 km. de autopista. Esto sucedió el mismo día en que, 3 años antes, el Führer había dado el primer golpe de pala para inaugurar esta obra. En diciembre de 1937 había ya 2.000 km. de autopista. A principios de 1938 existían 2.014 km. en servicio; 1.623 km. en construcción, 1.931 km. aprobados y 1.332 km. en anteproyecto. El mapa de la página 280 muestra el estado de las autopistas el 1.º de agosto de 1938.

Unos 115.000 obreros están ocupados directamente en los trabajos de construcción. Los efectos indirectos en la ocupación de obreros -en las industrias de materiales y maquinaria de construcción, de la alimentación y de la indumentaria vestido- es todavía mucho mayor: el número de obreros ocupados puede evaluarse en medio millón. El movimiento de tierra y piedra alcanza actualmente la enorme cantidad de unos 250 millones de metros cúbicos. En los momentos de mayor intensidad de trabajo, en el año de 1937, se pusieron en servicio 3.250 locomotoras, 60.000 vagonetas y 3.900 km. de rieles de trocha angosta; además, cientos de máquinas de construcción de todas clases.

Para asegurar la ejecución del programa que proyecta la construcción de 1.000 km. al año se han aumentado los derechos arancelarios de la bencina y del benzol a 4 marcos por hectolitro. A esto hay que añadir una tara especial por embalaje. En consecuencia, el precio de la bencina en el puesto de aprovisionamiento se ha aumentado en 3 céntimos o sea un 9 % por litro.

El ministro de Hacienda ha manifestado, en relación con esta cuestión, que se ha creído conveniente proceder a un aumento de los aranceles sobre los combustibles para lograr de esta forma que todos los automóviles alemanes contribuyan a costear la construcción de las autopistas, sobre todo si se observa que mediante estas se ha conseguido un notable ahorro de gasolina (un 15 % por término medio).

Hay que agregar que el desgaste de motor y llantas, con una conducción correcta en las autopistas, es muy inferior al que originan otras carreteras, ya que en aquellas se necesitan incomparablemente menos las operaciones de frenado, embrague y cambio de velocidades, además, el material se conserva mejor sobre pavimentos lisos.

Las carreteras fomentan el turismo extranjero que Alemania necesita para su balance exterior. Ciertos obstáculos que se oponían al tráfico extranjero motorizado han desaparecido ya. Los turistas pueden visitar Alemania de una manera fácil y agradable.

Los desembolsos efectuados en la construcción de carreteras y autopistas traen consigo, desde luego, cargas que deben soportar también los coches y camiones de motor. El aumento de los derechos arancelarios sobre los combustibles, implantado en 1936, así como los impuestos sobre el transporte a distancia de mercancías y viajeros, deben contribuir al aporte del capital necesario, para la construcción y conservación de las autopistas. El tráfico de vehículos de motor está tan íntimamente unido a la vida pública que puede tomar sobre sí estas sin perjudicar por eso la producción de automóviles. mas de 2.000 km. de autopista están ya en uso y requieren numerosos servicios auxiliares cuyos trabajos preparatorios se encaminaron desde hace tiempo. Sin entrar en detalles quiero solamente mencionar como ejemplo la instalación de nuevos hoteles y restaurantes: en las cercanías de Magdeburgo se ha edificado un paradero proyectado por el Ing. March, arquitecto del campo de deportes de Berlín; en las orillas del lago de Chiem, alta Baviera, se está construyendo otro paradero excelentemente instalado, junto a una playa que se destina al servicio de los automovilistas. Por último unos 50 puestos de gasolina y toda una serie de instalaciones complementarias se encuentran actualmente en construcción.

El extranjero comienza a interesarse notablemente por las autopistas alemanas. Los ingenieros alemanes hacen constar con satisfacción que un buen número de países europeos se han asociado a la misión pacífica que el Reich se ha propuesto con la construcción de estas obras. Entre Alemania e Italia se han hecho gestiones con el fin de enlazar entre sí la red de autopistas de ambos países; los trabajos deberán estar terminados en 1941. Las negociaciones con Holanda establecieron los pasos de frontera y los empalmes de las carreteras. En Dinamarca se encuentran en elaboración grandes proyectos para la construcción de carreteras cuyo fin es el de enlazarlas con las autopistas alemanas. En París, con motivo de la construcción de diversas carreteras, se ha mencionado ya la palabra “autopista” y en Bélgica se están preparando proyectos de construcción según el modelo alemán. Estos datos fueron publicados por el director general de Caminos Dr. Todt, en el diario “Berliner Bösenzeitung”, concluyendo su artículo de esta manera: “Debemos confiar en que esta obra técnica de la cultura humana contribuirá como ejemplo de nuestra voluntad y capacidad al servicio de la paz y al fomento de una sincera colaboración entre los pueblos de Europa”.

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