miércoles, 23 de enero de 2008

La Neutralidad: El mayor enemigo del NacionalSocialismo

Cualquier ideología, bien sea política, o religiosa, ética, filosófica o de cualquier otro tipo, está sujeta a dos situaciones concretas indiscutibles: O existe, y hay una jerarquía que determina su funcionamiento y actualiza o determina su pensamiento, o simplemente no existe y al cabo de unos pocos meses, como mucho unos pocos años, desaparece sin dejar rastro y queda como un recuerdo del pasado. Esta es la situación en la que se encuentran todo tipo de ideologías con una única excepción: el nacionalsocialismo. Ha transcurrido más de medio siglo desde el final de la II Guerra Mundial y del hundimiento de la ideología nacionalsocialista, han fallecido ya casi todas las personas que vivieron en esos años y sin embargo en todos los países surgen constantemente grupos, grupúsculos, movimientos más o menos encubiertos o editoriales, revistas etc. que se proclaman nacionalsocialistas, pese a las cataratas de propaganda contraria, pese a las leyes represivas, pese a la manipulación, el miedo, el chantaje, cuando no simplemente el atentado e incluso el asesinato de personas que se han atrevido a declararse nacionalsocialistas.
El fenómeno, pues, es singular, único y sin posibilidad de ser comparado por otro caso similar, y como tal tiene también unas peculiaridades únicas, siendo la más importante el hecho de que es posible declararse - o ser declarado así por la prensa-, como nacionalsocialista y pensar de cualquier manera imaginable. Si el nacionalsocialismo fuese una opción política más, existirían unas pocas organizaciones que representarían la ideología, podrían existir quizás dos o tres entidades más o menos enfrentadas en algunos puntos, pero en todo caso quedaría clara la naturaleza de la ideología, pero el descrédito que ha sufrido a través de todo tipo de irreflexivas noticias de prensa, los ataques constantes por todos los medios, la persecución, la represión etc. ha hecho que no pueda existir ninguna organización medianamente estructurado y que pueda dar una cierta coherencia. Los grupos y grupúsculos aparecen y desaparecen y eso en todos los rincones del planeta, de tal manera que nada es más difícil que determinar lo que piensan actualmente los nacionalsocialistas. Los hay homosexuales, de religión islámica, esotéricos, violentos, skins... y todos haciendo gala de un caos ideológico manifiesto.
Ya hace varios lustros que se hablaba de los "Hollywood Nazis”, el decir, de aquellas personas que decían asumir o compartir la ideología política nacionalsocialista por sentirse identificados con los que las películas de "Hollywood" definían como tal. En esa época, pasada existían dos tipos definidos de nacionalsocialistas. Los que se creían lo que decía la propaganda contraria y los que no se lo creían. Los primeros, lógicamente, eran violentos, fundamentalmente antijudíos y racistas radicales y exhibían toda la ideología que el cine había presentado como la esencia del nacionalsocialismo. Los otros, en cambio, no eran nacionalsocialistas debido a lo que decía la propaganda enemiga, sino que lo eran en base a la propia propaganda del nacionalsocialismo, los textos oficiales, los discursos de Hitler, los libros de la Editora del Partido, los diversos folletos y revistas de propaganda editados en el III Reich en dos docenas de idiomas etc. etc.
Los primeros, los primates y violentos, eran gente marginal que lo mismo llevaban una svástica que la Holly Rogers de los piratas, simplemente porque son símbolos agresivos, los segundos eran personas normales que habían llegado al nacionalsocialismo a través de la lectura y del conocimiento personal con gente que vivió en el III Reich o incluso que ocupó cargos de más o menos responsabilidad. Y así, aunque existiesen ciertas diferencias en el pensamiento ideológico de los nacionalsocialistas que habían llegado a él a través de la lectura y la documentación, las coincidencias eran mucho mayores que las divergencias y la cosa, pese a la falta de una estructura internacional válida y de un comité ideológico fiable, existía más o menos una cierta cohesión entre las diversas personas que se declaraban nacionalsocialistas, pudiendo formar parte de los "Hollywood nazis" o de los "nacionalsocialistas auténticos" y poco más.
Las cosas han cambiado de manera sustancial. La propaganda nacionalsocialista se ha intensificado de manera impresionante en los últimos años. Si comparamos la propaganda de post-guerra -años 1945 a 1950, por ejemplo-, con la actual, nos daremos cuenta de que hoy en día el mensaje anti-nacionalsocialista está presente en documentales, películas, seriales, informativos... en una proporción enormemente superior a la de la época de post- guerra tiempo en el que se supone que debería ser más intensa y radical. No es así. La explicación muy sencilla. Aunque la propaganda repitiese mil veces lo mismo, existían personas que habían vivido aquella época y que podían desmentir o matizar las informaciones. Ahora la cosa es muy diferente. Ya no queda prácticamente nadie de los que vivieron aquella época y cualquier cosa que se diga por televisión, prensa o radio, no será nunca desmentida. Antes no podía ser desmentida en el medio que la había difundido ya que el teórico "derecho de réplica" no se aplicaba nunca a los nacionalsocialistas, pero de boca a boca, en tertulias y reuniones, los que conocían o habían vivido la realidad daban su propia versión de los hechos. Actualmente esto no es así.
La falsa noticia queda en el aire y unos la creerán y otros no, de acuerdo con sus propias inclinaciones en cada tema. No se trata ya de una cuestión de autenticidad o falsedad sino de "me gusta" o "no me gusta". Desde el final de la II Guerra Mundial la propaganda contraria al nacionalsocialismo únicamente se ha ocupado del tema judío y el racismo y ahora, muertos prácticamente todos los que vivieron aquella época, todos los nacionalsocialistas, sin excepción, son exclusivamente racistas y anti-judíos, unos moderados y otros radicales, unos pacíficos y otros violentos, pero en todo caso únicamente se interesan en esos dos temas. Podemos coger a diez mil nacionalsocialistas en todos los países del mundo y ninguno sabrá nada de la política social del III Reich, de la educación, el arte, el deporte... pero en cambio todos ellos serán expertos en racismo y judaísmo, habrán leído multitud de libros o folletos a respecto, dispondrán de una medianamente nutrida biblioteca circunscrita a esos temas y podrán expresar claramente sus opiniones sobre judíos y palestinos, inmigración, etc. etc.
Fuera de estos dos temas en los que mantendrán actitudes muy diferenciadas del resto de la sociedad, en todo lo demás no diferirán en nada del resto de conciudadanos de su país o región, irán a discotecas, compraran en los grandes almacenes, atacaran al cristianismo, se casarán por lo civil (o simplemente se juntaran), irán a conciertos de rock, y si algunos de ellos mantienen algunas actitudes positivas sobre ecología, deportes o cualquier otro tema, lo harán siempre desde la óptica del sistema y nunca desde la del nacionalsocialismo que desconocen absolutamente. Y, naturalmente, esas personas supuestamente nacionalsocialistas serán mentirosas, egoístas, estafadores, ladrones o lo que convenga exactamente en la misma proporción que la sociedad política en la que se hallan. Ninguna diferencia.
Y es así como surgen los nacionalsocialistas esotéricos, skins, musulmanes, homosexuales... pero todos ellos racistas Y antijudíos. ¡Y nada más!. Todo esto puede ser atribuible a la efectiva y bien estructurada propaganda contra el nacionalsocialismo y nada hay que hacer al respecto sino felicitar a esos fabricantes de mentiras y medías verdades que llevan medio siglo bombardeando a la población mundial con propaganda anti-nazi y que aunque han fracasado estrepitosamente en cuanto a lo de hacer desaparecer a los nazis pues cada día hay más, si han logrado cambiar totalmente su ideología y conseguir que lo que decían que eran los nazis en los años sesentas, sea ahora una realidad aún cuando entonces fuese una falacia. Todo esto es mérito de la propaganda, pero hay una parte del caos actual que es exclusivamente culpa de los propios nacionalsocialistas y esa culpa genérica y total se llama: "neutralidad".
Ya en tiempos del III Reich la "Raciología" consideraba a la etnia alpina como la inferior entre las cinco etnias principales europeas y precisamente era su sentido de "neutralidad" lo que le confería esa baja puntuación. También la "tradicional" neutralidad de Escandinavia, era criticada por determinados ideólogos nacionalsocialistas. La "neutralidad" es una postura de conveniencia, de comodidad... somos "neutrales" en el caso de un despido en la empresa donde trabajarnos, intentando seguir a bien con el injustamente despedido y con la dirección de la empresa, somos "neutrales" en el tema de determinado divorcio, intentando quedar a bien con las dos partes implicadas, somos "neutrales" en una pelea en la calle pues preferimos que los demás arreglen sus problemas... Y ese sentido de neutralidad hace que en las filas de los diversos movimientos nacionalsocialistas abunde, prolifere y se multiplique rápidamente la actitud "neutral". Todo el mundo quiere estar bien con todos y eso se toma equivocadamente por colaborar a la unidad cuando lo que hace es impedirla.
Se "disculpa" a aquel dirigente que ha estafado a todo el mundo, simplemente porque vende libros nacionalsocialistas lo que le permite vivir sin trabajar, se "disculpa" a aquella persona cuya vida privada es impresentable simplemente porque da donativos cuantiosos, se "disculpa" a aquella persona que ha actuando violentamente ya que ha sido "por la causa”.. y lo mismo en la plano ideológico, se apoya tal o cual revista islámica, homosexual, esotérica, skin, rockera, ocupa o lo que sea, porque tiene un articulo bueno, porque las fotos son de gran calidad, porque están contra el sistema, porque en ella colabora tal o cual personas que tiene suficiente crédito... Y así, con esa neutralidad llevada a la exageración, se asiste a los actos organizados por todos, se leen todas las revistas, se compran todos los libros... y con todo ello esos, los "neutrales", son los auténticos y únicos responsables, del caos actual dentro del nacionalsocialismo.
Si cada uno apoyase exclusivamente a aquellos que le son afines, con los que se siente más identificado, si no se "disculpase" a los ladrones por la simple razón de robar "por la causa", si se exigiese a los dirigentes la honestidad que se exige a los militantes (pues si un militante nos estafa romperemos con él pero si lo hace el jefe no), entonces la situación del nacionalsocialismo se clarificaría. Las diversas actitudes tendrían una militancia consecuente con cada una de ellas y los "neutrales" sólo podrían tener una y no varias militancias.
La "neutralidad" es cobardía y el "neutral" siempre será un cobarde, y nunca podremos confiar en él pues siempre preferirá ser "neutral" que apoyar al que tiene razón. La "neutralidad" beneficia al malo y perjudica al bueno, pues el "neutral" al tratar de igual manera a los dos, está evidentemente perjudicando al que tiene razón y como es más fácil apoyar a ambas partes o mantenerse “neutral" que investigar cada caso y tomar una actitud que puede ser evidentemente equivocada, el "neutral" siempre prefiere equivocarse seguro, como lo es no tomando partido por ninguna de las partes implicadas, que equivocarse únicamente probablemente apoyando erróneamente a la parte que no tiene razón. El "neutral", lo mismo sí es una persona como si es una nación, es fundamentalmente egoísta, pues únicamente está preocupado por su conveniencia y en cuanto una persona expone su propia versión de un hecho, en vez en intentar juzgar el problema y formarse una opinión sobre el tema a fin de tomar una actitud, inconscientemente intenta devaluar la argumentación de la persona que aduce tener la razón, para poder tener una tranquilidad de conciencia "neutral" en base a considerar que "no está probado", "no debió ser tan importante", "todos cometemos errores" y fiases por el estilo. Lo único importante para el "neutral" es reforzar su neutralidad. La razón, la justicia, la verdad no son valores que puedan inquietarle, lo fundamental para él es su tranquilidad, su neutralidad y evitar por todos los medios, tomar una postura a favor de uno en detrimento de otro.
Esas actitudes, que son las habituales de la mayoría de militantes en las organizaciones, grupos, revistas etc. nacionalsocialistas son las únicas, EXCLUSIVAS, responsables del caos actual. Y aquellas organizaciones o personas que muestran una actitud firme, que son enemigas de "disculpar" los errores, que exigen absoluta honestidad en la vida pública y privada, que exigen un conocimiento ideológico del nacionalsocialismo a través de la lectura de la propaganda que desarrolló el nacionalsocialismo en dos docenas de idiomas, son considerados "intransigentes", "radicales" y "fanáticos" ya que turban la sagrada tranquilidad de los "neutrales" que quieren estar bien con todo el mundo y esos "intransigentes" no les permiten estar bien con todos, pues a ellos les exigen que tomen partido a cada comento y en cada situación y eso es lo que más molesta a los neutrales que siempre preferirán apoyar a un grupo, revista etc. con el que están de acuerdo únicamente en el 20% por ciento de los temas, que no otro con el que coinciden con el 90% pero que les obliga a tomar una actitud comprometida ante cada cuestión que se plantea y así prefieren a una persona que les estafa y les engaña, pero todo ello con la sonrisa en los labios, que no otra que les exige firmeza y convicción, aunque les facilite información, les ayude en sus formación o les mantenga informados de las opciones éticas nacionalsocialistas.
¿Cual es el motivo por el cual este mismo problema no ocurre en otras ideologías? Simplemente debido al dinero. Los funcionarios de los partidos, los concejales, diputados, congresistas... cobran y obedecen a sus jefes como ocurre en todas las empresas del mundo que funcionan con un sistema dictatorial aunque sus propietarios sean demócratas de toda la vida. Únicamente en la Iglesia encontramos un ejemplo diferente pues aquí no es el dinero lo que atrae a los hombres sino la convicción. En este caso la estructura mundial y milenaria da la coherencia, pero pese a todo es un ejemplo raro y difícil pues por más que se mencionen opiniones divergentes y se resalten en la prensa las pocas actitudes disidentes, son muy pocos los casos en los que tales actitudes llegan a tener cierta importancia. Sea como sea el nacionalsocialismo carece de dinero y de estructura internacional y la inercia de los simpatizantes hace que el éxito acompañe a los más indulgentes y cierre toda posibilidad a los que exigen, exclusivamente, conocer la ideología nacionalsocialista y dejar ya de una vez de hablar siempre de judaísmo y racismo.
La "neutralidad" de las naciones fue causa de la derrota del III Reich y la actual "neutralidad" de las personas, es lo que ha conseguido derrotar al nacionalsocialismo hoy. La única salvación que queda al nacionalsocialismo es la actitud honesta, la actuación ética y el comportamiento moral y ser neutral, es decir, tratar igual al que tiene razón que al que no la tiene es absolutamente falto de honestidad, totalmente carente de ética y profundamente inmoral.
R.B

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